martes, 31 de mayo de 2011

Los cultivos de algas para producir biodiesel


VANESSA SÁNCHEZ
SOITU.ES
15-03-2008

La producción de biodiésel a partir del aceite de cultivos de algas va saliendo poco a poco de los laboratorios para llegar a ser una realidad en plantas industriales. Las ventajas de esta tecnología parecen contundentes: las algas tienen un alto rendimiento por superficie cultivada, bajos costes de producción y no compiten con productos alimentarios como otros cultivos energéticos. Además, algunas experiencias aprovechan las emisiones de CO2 de centrales térmicas o de otro tipo de industrias para el cultivo de las algas,



Invernaderos de la empresa argentina Oil Fox.
Las algas necesitan tres componentes esenciales para su desarrollo: luz, anhídrido carbónico y agua. Se cultivan en balsas, tubos o canales de escasa profundidad, para permitir una mayor iluminación, y en cuyo interior se mantiene un flujo y temperaturas constantes, y se inyecta CO2 y nutrientes. Una vez desarrolladas, se extraen de su medio de crecimiento y se obtiene el aceite esencial que contienen. El cultivo de estas micro algas tiene lugar en invernaderos o en los llamados fotobiorreactores,
Por lo general este tipo de producción se reduce a algunas experiencias piloto, pero en algunos casos ya se está produciendo a gran escala. Es el caso de la empresa Oil Fox, con sede en Argentina, dónde están produciendo del orden de 100.000 litros de biodiésel por hectárea cultivada de algas cada mes, una cantidad sorprendente si se compara con los 400 litros de media que produce una hectárea de soja, al año.


En Nueva Zelanda, la tecnología desarrollada es diferente. La empresa Aquaflow Bionomic Corp cultiva algas en estanques de aguas residuales, ricas en nutrientes. Así pues, elabora biodiésel con estas algas y además depura las aguas residuales. Ya en el año 2006, la empresa produjo un biocarburante de algas que fue utilizado en una mezcla al 5% con combustible para vehículos.
En Estados Unidos, hay al menos seis proyectos en funcionamiento, varios de los cuales están dirigidos a producir electricidad de la biomasa de algas. 

Opinión personal
Estos nuevos avances que se están desarrollando con el objetivo de disminuir nuestra dependencia de los combustibles fósiles son sin duda muy importantes de cara al futuro de sostenibilidad energética al que aspiramos. El hecho de que podamos producir biocombustibles a partir de fuentes de energía renovables y que además contribuyan a disminuir la cantidad de CO2 en la atmósfera (las algas consumen más CO2 del que emiten) constituye un doble beneficio y un gran aliciente que debería motivarnos a apostar por este tipo de tecnología más respetuosa con el medio ambiente. Sin embargo no todo son ventajas. A pesar de que estos biocombustibles son más “limpios” no debemos olvidar que su combustión sigue generando gases de efecto invernadero que son emitidos a la atmósfera, por lo que habría que dirigir parte de las investigaciones a averiguar el modo de disminuir o aprovechar ese CO2 que se emite, por ejemplo, para utilizarlo para el cultivo de estas algas.

Cristina Jiménez Ortiz  1º Bachillerato A

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