viernes, 29 de abril de 2011

ENVEJECIMIENTO DE LAS CÉLULAS HUMANAS.

Con sólo cuatro años, el niño de la imagen no sólo tiene un aspecto de anciano, sino que muchos de sus tejidos y órganos internos sufren un raro envejecimiento prematuro. Él es una de las pocas decenas de personas en el mundo afectadas de progeria, una patología muy infrecuente cuyos genes podrían esconder las claves para entender qué ocurre en el organismo humano a medida que cumplimos años.
La progeria, también llamada síndrome de Hutchinson-Gilford, es un envejecimiento acelerado del organismo, cuyos afectados rara vez viven más allá de los 13 años. Generalmente, los pacientes fallecen por una complicación tan asociada a la vejez como la aterosclerosis (una obstrucción o endurecimiento de las arterias).
En el último número de la revista 'Nature', un grupo de investigadores del Instituto Salk de La Jolla (California, EEUU), encabezados por el español Juan Carlos Izpisúa, han sido capaces de reproducir en el laboratorio el proceso de senectud que sufren las células de las personas con progeria (que envejecen a un ritmo entre ocho y 10 veces superior al de la población general). Lo han hecho 'jugando' con el reloj biológico de células obtenidas de pacientes con progeria. Tomando muestras de fibroblastos de su piel (un tipo de tejido conectivo), el equipo de Izpisúa las hizo retroceder en el tiempo, devolviéndolas a su estadío embrionario. Es decir, mediante una combinación de cuatro genes, las células de la piel dieron 'marcha atrás' en el tiempo y se convirtieron en células madre similares a las embrionarias (las denominadas iPS).
Para su sorpresa, este proceso de reprogramación permitió 'borrar' todos los defectos característicos de los fibroblastos con progeria y devolverles una apariencia totalmente sana y 'juvenil' (como los de una persona sana). El más característico de estos fallos es la acumulación de una proteína defectuosa (la progerina), donde debería estar la lamina A, la encargada de dar estabilidad al núcleo de las células.
Cuando esas células embrionarias sanas fueron reprogramadas de nuevo, esta vez hacia músculo liso, recuperaron de nuevo todas sus características de 'ancianidad'. La ventaja, explica Izpisúa, es que todo este viaje en el tiempo ha podido realizarse en sólo dos semanas, frente a los 80 años que tardaría un organismo humano normal en envejecer. Precisamente, esa 'lentitud' del paso de los años dificulta mucho el estudio del envejecimiento, algo que podría cambiar a partir de ahora con este modelo de estudio.
Como explica Izpisúa hasta ahora, todos los estudios sobre envejecimiento se han realizado en animales, como la mosca, el gusano o el ratón. "Éste, al realizarse en humanos, nos puede servir como modelo para el estudio de la vejez en el hombre".
De hecho, explica, al ser capaces de "rejuvenecer el núcleo envejecido de la progeria" se abre la puerta al estudio de los mecanismos genéticos del envejecimiento y, lo que sería aún mejor, "a la búsqueda de compuestos químicos que puedan alterar este proceso natural en humanos".
Como añade por su parte otro especialista español en genética y envejecimiento, Carlos López Otín, catedrático de la Universidad de Oviedo, el estudio es una muestra más del gran valor de la estrategia de reprogramación celular diseñada en 2006 por el japonés Shinya Yamanaka (que permite devolverles propiedades embrionarias). Y aunque recuerda que este tipo de trabajos no tienen por ahora aplicaciones clínicas para los pacientes, "su importancia radica en la posibilidad de crear modelos celulares que permitan investigar en el laboratorio procesos tan complejos como del envejecimiento prematuro".
López Otín, que no ha participado en esta investigación, también confía en que estas células reprogramadas "sean un complemento muy útil a los ratones con progeria creados en nuestro laboratorio mediante mutaciones genéticas, y que serán fundamentales para ensayar futuras terapias".
Realizado por: Victoria Rodríguez Fontiveros. 1º BCH B

EL TOMATE PUEDE PREVENIR ENFERMEDADES CARDIOVAS CULARES

 Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en nuestro país. Suelen ser dadas por una mala alimentación o estilo de vida: no hacer ejercicio, fumar, alimentarse a base de mucha comida “basura” y bollería son ejemplos de estilos de vida que hacen que seamos más propicios para tener una enfermedad cardiovascular.

Para prevenir estas enfermedades se podría empezar por comer sano y, en especial, ¡comer tomate! Se sabe que los tomates contienen muchos compuestos beneficiosos para la salud. Ahora, científicos de la Universidad de Kyoto, en Japón, han descubierto que los tomates contienen un nutriente que puede prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares. El equipo dirigido por el investigador Teruo Kawada centró su estudio en un extracto que frena la dislipidemia, una condición causada por una cantidad anormal de lípidos, como el colesterol o la grasa, en la sangre. La dislipidemia no suele causar síntomas pero puede generar enfermedades vasculares sintomáticas como arteriosclerosis y cirrosis.
En este estudio, publicado en Molecular Nutrition & Food Research, se analizó, en concreto, el ácido 9-oxo-octadecadienoico para comprobar su potenciales propiedades anti-dislipidémicas. Los científicos japoneses descubrieron que este compuesto aumenta la oxidación de los ácidos grasos y contribuye a la regulación del metabolismo lipídico hepático, lo que sugiere que el ácido 9-oxo-octadecadienoico podría tener efectos anti-dislipidemia y por lo tanto, podría prevenir las enfermedades vasculares.
Esto es una buena noticia, pero no significa que sólo comiendo tomate ya prevenimos las enfermedades cardiovasculares. Para que el día menos pensado no nos de un infarto, lo mejor que podemos hacer es mantener una vida sana compuesta por ejercicio y una dieta equilibrad. Igualmente, esto no significa que algún día no podamos hacer una excepción,  pero siempre dentro de unos límites. Y si dentro de esos límites está el tomate ¡¡mucho mejor!!

Realizado por: Jose María Arias González.  1º BCH B

Para saber más: http://www.20minutos.es/noticia/923452/0/tomate/enfermedades/cardiovasculares/