martes, 10 de mayo de 2011

un mes después del tsunami
11/04/2011

Un mes después del tsunami del pasado 11 de marzo, la tierra no deja de temblar en Japón. Un nuevo terremoto de 7,1 grados de magnitud ha vuelto a sacudir hoy al archipiélago nipón justo cuando se cumple un mes de la catástrofe, que se cobró más de 28.000 muertos y desaparecidos y provocó fugas radiactivas en la siniestrada central nuclear de Fukushima.
Al igual que el pasado jueves por la noche, cuando tuvo lugar otro seísmo de 7,1 grados de intensidad en la escala Richter, las autoridades decretaron la alerta de tsunami. El temor era que el temblor desatara olas de un metro –mucho más pequeñas que las de hasta 15 metros que arrasaron la costa noreste nipona–, pero la alarma fue finalmente levantada sin que llegaran a golpear el devastado litoral.
Desde el tsunami del fatídico 11-M nipón, se han registrado más de un millar de réplicas, algunas tan potentes como la de hoy y la del pasado jueves. Mientras la naturaleza volvía a meter el miedo en el cuerpo a los sufridos japoneses, éstos recordaban a las víctimas haciendo sonar las sirenas e inclinando sus cabezas en señal de duelo a las 14.46 (7.46, hora española), el momento exacto del terremoto de magnitud 9 que hace un mes desencadenó la peor crisis que sufre el país desde la Segunda Guerra Mundial.
Con la central de Fukushima 1 aún liberando radiactividad, el Gobierno ha instado a marcharse de sus casas a los habitantes de cinco pueblos situados a más de 20 kilómetros de la zona evacuada en torno a la planta atómica. Entre ellos hay algunos como Litate, enclavado a 40 kilómetros, que presenta altos niveles de radiactividad.
Comentario
En las últimas semanas, como es normal, se está hablando mucho del tsunami que ha acarreado una catástrofe en Japón y ha dado la casualidad que en el instituto hemos estudiado los fenómenos naturales y los daños que estos pueden acarrear en una población. Por lo tanto, ahora somos capaces de hablar sobre un tema actual que yo antes, personalmente, no podía opinar porque apenas tenía información sobre estos aspectos. Hemos aprendido que un fenómeno natural no tiene por qué ser una catástrofe y que, en numerosas ocasiones, es el ser humano el que provoca que se convierta en esto. Sabemos que Japón es una zona que tiene un alto riesgo sísmico porque se encuentra en el límite de dos placas tectónicas, entonces hay que ser precavido a la hora de construir en ese lugar ya que las consecuencias, como se ha demostrado, pueden ser muy graves. La construcción de una central nuclear aquí está suponiendo importantes problemas que aunque, por ahora, no parecen tener solución sí podemos decir que de los errores se aprenden y que antes de construir hay que estudiar bien el terreno y los fenómenos que se pueden dar en él.


Mª de los Ángeles Ortega Ortiz 1º de Bachillerato A