martes, 26 de marzo de 2013

Transplante de iPS sin rechazo en ratones


El futuro más prometedor de la medicina regenerativa es crear tejidos y órganos a partir de células madre para trasplantarlos a personas con enfermedades actualmente incurables. Las células madre se encuentran de forma natural en dos medios; las embrionarias, que pueden generar cualquier tejido u órgano, proceden del blastocisto tardío de un embrión,  y las adultas, que generan células específicas, se encuentran en los tejidos.
En 2007 el investigador japonés Shinya Yamanaka y el estadounidense James Thompson descubrieron una tercera fuente de células madre, las iPS. El proceso para la obtención de dichas células consta de seleccionar una célula somática madura e inyectarle un retrovirus con genes que revierten la diferenciación celular. La célula se “reprograma” y vuelve a su estado de célula madre, permitiendo convertirse en un órgano, al igual que las embrionarias. Este descubrimiento permitió además sortear la oposición moral y jurídica por parte de grupos cercanos a la Iglesia católica.  
Sin embargo, hay dos problemas derivados de la utilización de este tipo de células madre: al crear un retrovirus capaz de revertir el proceso de transformación de una célula, era necesario utilizar genes que podían generar cáncer. También podían producir otros cambios en la célula de manera que una vez de que se inserta en el organismo, éste no la reconozca como propia y produzca un rechazo inmunológico.
El estudio realizado por el Instituto Nacional de Ciencias Radiológicas de Chiba (Japón) ha permitido trasplantar tejidos de piel y médula ósea formados a partir de células iPS en ratones sin que se produzca rechazo inmunológico. Todo esto es en ratones, pero despeja el camino hacia la aplicación clínica de uno de sus mayores obstáculos.



Opinión personal
El descubrimiento de este nuevo método de trasplante es sin duda un gran avance para la medicina. Este tipo de investigaciones se realizan casi a ciegas y se basan en gran parte en el método de prueba y error; muchas veces es imposible encontrar un gen con unas características específicas, simplemente por el hecho de que no se puede formar una molécula determinada o algún otro factor. Por ello, este avance supone una ventaja que permite acercarnos más a la meta de la medicina regenerativa.


Riu Rodríguez Sakamoto
Noticia CMC Tema 5
19-01-2013

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